martes, 18 de octubre de 2011

LA ROSA NEGRA

Una rosa negra solitaria y perdida en la noche, bajo la luna blanca esconde su secreto. Lleva gravada en cada pétalo una pena. Desde su tallo quebrado mira ausente el horizonte, recordando otra época en que contemplaba el día entre flores, inocente y blanca como copo de nieve. Dos lágrimas de rocío resbalan por sus pétalos cuando recuerda su primavera, el aroma y el sabor de su inocencia cuando aún era blanca. Pasan las horas de hastío y la rosa no deja de soñar con aquel amplio cuarto donde un reloj arrinconado en la penumbra golpeaba con su tictac lento y acompasado. Sueña con la música del viento entre las ramas del árbol. Con el agua clara que al caer con su vestido de olvido viaja en el arroyo. Ya no recuerda si un día fue roja o fue blanca, si hoy es verano o es otoño. Todo se eclipsó con su pena azul y sus lágrimas de dolor que la mariposa le causó. Pobre rosa herida, sola y desolada; que triste se quedó sin la luz de la mariposa que su amor iluminaba. Mariposa que vuelas de flor en flor; te fuiste con el alba en un rayo de sol , dejando a la rosa sin un amanecer, sin nadie a quien querer, ansiando un último rayo de luz para sus pétalos negros que lloran sin consuelo. Mirando a las estrellas la rosa llora desconsolada; y entregando su sufrimiento a la luna, la rosa negra, suave como un beso de seda, destruido su corazón de sufrimiento murió

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