jueves, 3 de noviembre de 2011

CARTA A UNA. MADRE

Sé que nunca leerás esta carta, pero aun así la escribo, aunque sea solo para desahogarme. Hay palabras que nunca salen de nuestros labios, porque creemos que no son necesarias, o porque no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos; pero hoy madre, cuando aún no hace seis horas que te has ido, quiero decirte muchas cosas y espero no sea tarde. Hoy la tristeza oprime mi alma, esa inmensa tristeza de mirar el sillón donde tantos días te descubría sentada… y solo ver un vacío a mi lado. Hoy es otro día de otoñoo, y mi alma está empañada por la sombra gris de la nostalgia. Me abraza la tristeza y mis recuerdos se llenan de soledad… esa soledad que has dejado al partir hoy. Nunca pensé que te iba a echar tanto de menos, y ahora cuando observo con nostalgia tu fotografía, me siento frágil como una hoja arrastrada por el viento. Tal vez alguna vez te hice sufrir sin querer, quizá te dije palabras que te hirieron, y ahora se me clavan como puñales en el pecho. Quisiera poder volver el tiempo atrás para poderte decir lo que nunca te he dicho….. Madre te extraño mucho, te quiero

No hay comentarios:

Publicar un comentario