domingo, 6 de noviembre de 2011

ALLÁ LEJOS AÚN LA RECUERDO

Se han encendido las farolas de la calle, la noche oscura se mece como un navío muerto. Aunque en el firmamento brillen las estrellas... la lluvia no tardará en volver poniendo el cielo gris, anunciando el invierno cercano con sus días oscuros y tristes...Sobre la montaña se oye resbalar la noche con esa canción del viento cayendo entre los árboles. Y tras la cañada vagan voces extrañas que desorientan mi pensamiento. De una mirada enciendo mi linterna Inundando de luz el vacío. Y me siento como una marioneta de trapo abandonado entre las olas que mecen el navío muerto . Allá lejos... en el puerto de su mar, los mástiles de mi navío están llenos de ella. El viento busca los rincones de mi piel para encontrarme el alma en un suspiro. Cierro los ojos y la siento cual bailarina provocando la erupción del volcán que llevo dentro. Con mi alma en un solo deseo, mi cuerpo en un solo universo, la entrego mi pasión y locura. El perfume de su piel se libera en mi memoria. Abro los ojos y despierto de mi sueño... sigo mi ronda nocturna por el camino de la montaña, y en mi mente un solo deseo... Quiero fundirme con ella, estar cerca de ella o su cuerpo como un fuego imposible de apagar. Quiero abrazarla fuerte para que no pueda nunca escapar. Quiero que la noche no muera nunca, que sea eterna, para amarla con mas fuerza que nunca 

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